\"Soy testigo de mí mismo,
me enfrento al nosotros
de la vida entera,
me desato en gozosa
mezcla en soledad\"
Uno solo,
en el aire que respiro,
en la sed de mis sentidos,
en el amor,
uno solo el silencio de
nuestros cuerpos,
el momento de amarnos hoy,
de ser tú y yo dos lados
de uno solo.
Uno solo,
porque siempre queda por decir,
un café a medias que me
convoca a un silencio simple,
un corazón que da un vistazo de lo posible,
una mujer que en la distancia siempre supe
que me latía, como quien encuentra sin
saber lo que busca entre las ruinas,
uno solo, juntos,
tus manos hijas de mi largo beso,
tu largo encuentro hermano de mi luna.
Una sola,
la palabra de mis cosas diarias,
el pensar que yo pienso si me has de
pensar cuando me extrañas,
esa gota mía y tuya donde somos,
la rebeldía de la sangre,
el cansancio del deseo aunque tarde,
esa parte de una mitad apenas,
el medio de tu boca sin mis labios,
y mis labios sin tus ojos,
y tu mirada sin mi piel, y tu ser, ese solo dulce
amor que huele a mí,
así el amor.
La brisa con frescas alas juega en mis ventanas,
me atrapa el cielo,
una suave caricia me roza y te presiento,
al borde de la noche te levantas,
por veredas de ensueños me llamas,
¿dónde está tu nombre y tu desvelo?,
¿dónde el silencio que me diste,
y la mesa vacía y esa complicidad
cuando empieza a llover?
Me desato en gozosa mezcla,
¡siempre olvido el paraguas
cuando voy a tu encuentro!,
y los pétalos de tu cuerpo conmigo o contra mí,
uno solo, el poema que quiero de vos,
porque te quiero,
una sola, la mañana que se sabe tuya al saberte mía,
porque te amo.
¡Soy testigo de mí mismo,
fiel testigo de mi amor!
T de S
MRGC
Namaste