Z Gomez

Eli

Eli

 

No tuve agua,

no conocí el agua.

 

Mi vida transcurrió entre zarzas

y ortigas;  

mi lecho fue de espinas  

y sal.

 

Pero hoy no importa;  

hoy no vale preguntarse  

cómo darte algo que jamás tuve.

 

Transformaré mi arena de desierto,  

y por siempre,  

hija,  

por siempre te daré de beber.