hoy se me antoja amarte,
amarte así, sin tiempos ni espacios,
entre silencios, amarte como se ama
esa taza de chocolate por las tardes;
como se ama la lluvia, que recorre
tu cuerpo en tardes veraniegas.
Hoy se me antoja amarte despacio,
beberte lentamente y embriagarme de ti
e imaginarte, dibujarte entre mis dedos,
amarte, como ama la roca la intempestiva
ola traviesa, ansiando encallar en el muelle
de tus labios, y saciar la sed ardiente, quemante,
palpitante de este corazón necio, ávido de amor,
de amor de niños, amor adolescente e impaciente,
amor de gestos, de cuerpos, de palabras.
Hoy te me antojas, se me antoja
amarte, entre versos, entre miradas
y descubrirte con tu traje de Eva,
y saborearte cual fruto prohibido,
pero amarte a ciegas , con la luna de testigo,
y los ojos en las manos, pero amarte
entre la fantasmal vestimenta de tu alcoba,
amarte como se aman los amantes de medianoche,
amarte amor hoy se me antoja.