Y volar,
con mis manos creídas
en pájaros hasta el azul
que me conmueve, y más,
reinando en todo lo que el
plumaje pueda, ascendiendo en
libertad, falto de cadenas,
respirando el horizonte donde el
aire es mi nido,
¡y volar, amor crédulo, amor desnudo!
Simples, como cualquiera de las manos
o los labios cuando esperan,
tibias, ¡ay quién pudiera entregarse
al viento y no más, fluir!,
simientes, en capullos que dan vida
entre las líneas de la tierra,
redondas, como la luna cuando
libera a sus amantes deseosa de besos y caricias,
transparentes, como el silencio que aguarda por ti,
así mis alas, así mi amor.
Tengo enredados mis cabellos,
mi cuerpo brega por volver a lo inacabado,
mis ojos se abren a lo crecido y a la
sonrisa de las cosas,
mis pies y algunos papeles se arrepienten
de no mirarte,
de no ir a tu encuentro,
de no abrazarte mientras yo inmóvil,
¡no me salves, salvo en tu piel!,
¡no me dejes caer, tan sólo en tus labios!,
¡no me reserves al mundo, hazme tuyo,
no pienses en mi sangre!
En un rincón tranquilo quédate,
quiero dormir junto a ti esta noche,
quiero leerte y recordarte que siempre fuiste mía,
¡ya sé que estamos lejos pero!, ...
¿y si abrimos las ventanas al mismo tiempo,
tú allí y yo aquí, y una vez de par en par
gritamos nuestros nombres?,
podrán nuestras almas reconocerse,
podrán las puertas del viento ir y venir, beso a beso,
deseo a deseo, y entre las ramas sin memoria
ser el espacio reflejado de nuestro más profundo amor,
y volar en un eterno oleaje sin cuerpo,
y derramar en ecos el sosegado despertar de la hierba,
y ser la quietud que se consume,
y vibrar en las hojas desvanecido entre alas,
mientras tú flotas dormida y giras,
mientras vuela mi cielo siempre de viaje,
¡y volar, amor crédulo, amor desnudo!
T de S
MRGC
Namaste