Guisela Noemi Montoya

Baila conmigo

Baila conmigo

Una tarde escéptica y apaciguando mis coplas, cual golondrina en sincronía sideral, refulgente; tus fanales claros brillaban ante mi facciones, mis manos trémulas, oscilaban indómita cascada.

Como gaviota en simultaneidad cósmica, esplendente, galopando contra el viento, venías taciturno amor mío. Hilvanando perfumes de magnolia sobre azules mariposas, en tu caballo alado, color de mil lunas plateadas llegabas.

Cuando la tarde en coros de colibríes entre luces solfeaba, el sol soñoliento, perspicaz zarandeaba guiños a la noche. Mi corazón vehemente, antesala ofrecía a tu advenimiento, buscaba en el silencio los hilos con que bordara tu nombre.

Hoy, en el susurro de doradas hojas otoñales, escucho tu voz, inexpugnable el amor triunfó, en indómitos senderos agrestes. Que recorrimos yuxtapuestos, alma a alma tu verdad y la mía, entretejidos, flotábamos en el paraíso antes soñado.

Mientras componías inéditas melodías, en el níveo pentagrama de nuestras apasionadas ilusiones, convergentes tú y yo, unísono plasmaba versos que exhalaban su perfume de violetas, tú entonabas románticas melodías de pasión, yo versos de amor.

Se aglutinaron verso y canción.
Tus ojos centelleaban, vi la luz de tu pasión.
Al presente, adyacentes nuestros corazones, tan sólo te pido ¡Baila conmigo hasta el amanecer!
¡Baila conmigo!
¡Baila!

Martes 22 de marzo, cuando nace la primavera, 2011.