Puede temblar la rosa,
con una brisa temprana
y llorar con el rocío
mientras se seca su savia…
Puede que el tiempo pase,
cuando no exista un mañana,
y hasta que el aire no sople,
por mi vacía ventana.
Puede… quizá si puede,
mi boca callar palabras
y se claven como espinas
donde el amor más amarga…
Puede que viva en mis sueños,
lo que no tengo en mi cama,
y la ausencia de sus besos
sean mi justa guadaña…
Pero si será la luna,
siempre testigo del alba,
y del amor que en los versos,
puso en silencio mi alma…
Juan Pedro Peña Rodríguez