Tú eres el bálsamo divino
formado por manos supremas
que en un sueño
me despojó quedito el alma.
Con tu sola voz
anuncias la llegada del alba
y el sonido anticipado
del viento te canta.
Quisiera ser tu pensamiento
perpetuo y rutinario
ser de tu jardín alguna rosa
o el rubor de tus mejillas serenas.