Tinta de Sangre

Léeme

Léeme,

que mis palabras un día

reconocerás en un silencio,

que mis sueños sólo podrán

imaginar cuando tú me cuentes,

léeme, píntame,

déjame un poco de ti en cada suspiro,

léeme despacio, dibújame con tus manos

cuando recostada en mi pecho,

léeme, en un lugar como de tantos,

un día lejano del ayer

yo quiero hablar contigo, léeme.

 

Tú, en un amor de compartidos cafés,

con ganas de llorar un Domingo por la tarde,

pudiendo sentir mis brazos en todo tu cuerpo,

sin mis manos, sin mi piel,

sin mi aliento al decir TE AMO,

sin ser tanto en ese momento y que tú me leas,

léeme, porque quiero estar a tu lado,

bésame, y perderme en tu mirada,

abrázame,

¡que no termine nunca la noche!,

¡que no te apartes de mí!,

léeme, donde sólo tú importas,

donde no es necesario nada decir.

 

Siénteme, por cada gajo de lluvia acaríciame,

por cada susurro de viento solo, sécame,

que las lágrimas existirán cuando me desgarres el alma,

cuando caigas en mí inmensa de ti, léeme,

que de color inocencia sean mis colores,

que me vuelva rocío de cada mañana,

que me pinte el amor que hay en ti.

 

Léeme,

en la poca luz haremos un río de ternura,

por entre el azul del poema que tú me leas

nos echaremos al suelo y rodaremos,

empapados de promesas,

sujetos de nuestras raíces,

cayendo gota a gota apenas las hojas,

apenas la hebra soñada de una mirada,

léeme,

 

¡empieza con una sola frase y

el amor nos hará!,

que yo quiero amar contigo, ¡léeme!

 

T de S

MRGC

Namaste