Bastó un par de miradas como dulce coquetear
para llevarla arrullada en mi recuerdo,
la tinta eterna la dibujó en mi pensamiento,
tantos inviernos colmaron y no te borraron,
aun en la sequía el rocío de su cabello me saciaba
tantas ansias de volver a verla fueron calmadas.
Cuando menos pensé te anidaste en mi corazón
palpitaste fuertemente en mi pecho,
cautivado y embelesado por tus encantos,
es la dopamina sumergida en mis entrañas,
eres tú quien provocó mi adicción al amor.
No pensé caminar tras su sombra,
no pensé buscarla en lejanía,
no pensé perseguir su dulce aroma,
no pensé soñarla entre las noches
y ahora no hago mas que buscarla a ella,
Ella, siempre estuvo allí
reinando en la belleza de las rosas
miraba a una flor y allí estaba su carita,
bastó un suspiro para enamorarme,
como estribillo de mi canción
repito las notas de su nombre.