Mélida Berenice Betancourt Sánchez

Déjame...

Dejame ser ese susurro

en tu oído que te haga

temblar...

Déjame soñar que somos uno,

que somos eso que nadie

podría imaginar...

Déjame exhalar este primer

suspiro...

Puro y verdadero.

Déjame guiar tu alma,

cautivar tu corazón,

dame en un soneto

la razón...

Déjame cantarte,

escribirte y soñarte...

Puedo volverme  tuya

en una oración,

y hacerte el amor

entre cada verso...

Deslisando mi pluma

sobre tu pecho cálido...

Déjame ser tu amiga,

tu amante, tu eterna

vigilante...

Incluso puedes solo

dejarme amarte...