Te buscan por haberla atrapado en un beso
y por haber provocado en ella mil suspiros,
la verdad es que no existe cárcel para eso
por más que la ley tenga a veces sus giros.
Te buscan por enamorarla y hacerla volar
entre nubes en las cuales decía tu nombre,
por vivir en ti soñando, por hacerla desear
que seas hoy tú su príncipe azul, su hombre.
Escóndete poeta, si te halla habrá castigo,
quien por amor mata por amor puede morir,
ella ya empezó su poema de amor contigo
y ahora por nada del mundo cesará de escribir.
Dejaste en su alma tu huella, tu dulce semilla
y ahora es el momento de buscar la cosecha...
Le dibujaste al amor como una real maravilla
y nadie le dirá que Cupido falló con su flecha.
Te buscan poeta y no te declararán inocente
si hay lágrimas de dolor saliendo de sus ojos,
estás en su alma, en su corazón, en su mente
y eres razón de sus emociones, de sus antojos.
¿Tienes abogado que en casos así te defienda
o era verdad todo cuanto decían tus poesías?
Hace poco te vieron correr por una lejana senda
¿era que ibas tras ella o será poeta, que huías?
Es hora de definir certezas o falsedades poeta,
de asumir responsabilidad por lo que escribes,
si acaso enamorarla era tu propósito, tu meta,
pruébale que no es sólo por enamorar que vives.
Si ella te encuentra y es feliz, habrás cumplido
pero si no, el responsable serás de su tristeza.
Escóndete poeta si un farsante en versos has sido
o vuélvete el príncipe azul que espera tu princesa.