Es la tarde opaca y es mayo,
Es de esas tarde en que uno puede reír
Mientras esta llorando.
Yo acudo al papel de forma sutil y natural
Como acude tu nombre a mis labios.
Muero un poco, a veces, en soledad,
Y callo cuando a mi boca llega el amor.
Soy de aquellos que aman a nadie,
Que mueren y agonizan de amor por nadie;
Mas que por sentir el sabor agridulce
Del desamor atorado en el aire.
De vez en cuando me llega un recuerdo viejo.
Ahora es mayo, es domingo y es la tarde.
Aplico dosis exactas de poesía y cigarro
Para purgar, de tanto en tanto, los suspiros
Y palabras de amor que por tanto he callado.
Me conmueve la llovizna que parece
Llanto en comunión.
Juego a adivinar los dolores de aquellos
Que caminan bajo mi ventana y la ventura
De los amorosos envueltos en su candor.
Me reconozco en la mirada caída y abandonada
De los que caminan contra el frio, solos,
Saltando de una calle a otra, desolada,
Y siento mía, cada vez mas mía,
Esta bendita soledad, esta tarde opaca
De domingo, de desesperanza, de mayo
Ahora puedo reír ahogado en mi llanto.