Pertenecí a la noche.
Viví entre tinieblas.
Me desarmé entre mis propias ruinas.
Mi transparencia exagerada atravesó murallas de vacío.
Cualquiera hubiera dicho que era un ser oscuro.
Realmente viví de sepulcro en sepulcro,
oyendo silencios secretos.
Pero un día tuve deseos de amar.
Te encontré.
Sólo vos me habitás
porque abrís los ojos de mi alma adormecida.
Olvidate de tu origen, borraré el mío.
Mimeticémonos.
Vos y yo entendemos la verdad abrazadora.
Intentar separarnos sería una lucha estéril.