Estoy rendido a la nostalgia
de los mares del cielo,
¡a quien me llame le pediré! ...
que fluya en mí a través
del tiempo, que me olvide en la
voz y me descubra en el aire,
que imagine mi silencio un manantial
y trepe por mis sueños,
que me vista como se viste la noche,
de manto azul revelando secretos,
de silbo susurro en la hierba
cuando el alma se esconde,
a quien me llame le pediré que me ame,
¿dónde se supone que estaré sin un suspiro?
El acto simple de amar me conmueve,
una taza de café entre las hojas,
un beso en el cuello y una caricia en el pelo,
una blanca palabra desnuda en el fuego,
una sangre ardiente que de tus pechos a mi boca,
una velada a solas desarmando el día,
una lejanía que cruzan la lluvia,
de tus manos y de mis manos.
Me gusta la voz cuando me provoca mirarla,
me gusta la paz cuando de tus labios
brota un ¡TE ESPERABA!,
me gusta necesitar lo que no quiero esperar,
me gusta el mar y los pies descalzos en la arena,
me gusta la tibieza de la flor que me inspira,
me gusta secar mi piel en un abrazo,
que tú me abrazas.
Escribo \"a quien me llame\"
mientras siento ¡si tú me llamas!
Si tú me llamas hazlo fuerte,
el lento invierno en mis ventanas está dormido,
¡despiértame!, como si todo lo que existe fuera
el amor, ¡quiéreme!, y déjate querer un poco al
buscarme, ¡nunca más me olvides!,
recuerda que mi corazón no tiene raíces sin ti,
¡ámame y bésame!, que cada beso será perfecto
apartándonos en momentos,
echándonos hacia atrás,
ensanchando el mundo a por mañana
y besándonos otra vez, porque siempre hay
espacio para un beso todavía.
A quien me llame le pediré, ¡ámame como ELLA!,
y si la que llama eres TÚ, ¡ámame como ayer!,
estoy rendido a la nostalgia de los mares del cielo.
T de S
MRGC
Namaste