He esperado muchos años para conocerte,
quizá sea éste el momento adecuado de mi vida,
cuando he aprendido lo suficiente para ver
la belleza que se esconde en un alma de mujer.
Eres como plumas impulsadas por el viento,
plumas suaves que hacen cosquillas al pasar.
No estás hecha de barro sacado de la tierra,
estas hecha de espuma sacada del cielo,
espuma etérea que penetra en el corazón
como un suspiro de amor de ángel enamorado.
Eres el silencio cuando se quiere escuchar el silencio,
y la palabra cuando necesitas que alguien te hable,
aunque confieso que callarme cuando estás a mi lado
es tan difícil como no oler una flor que suelta su fragancia
impregnando el aire en todas las direcciones.
Te entrego este poema como una oda a la amistad,
amistad dulce que inspira una mujer de recuerdo dulce.
Te entrego este poema como una oda al sentimiento romántico,
sentimiento de amistad romántica a tu alma de mujer.
FÉLIX