Me siento ajeno, debil, tosco y opaco,
inseguro, rispido, rocoso,
me siento tenso, desordenado,
me siento frustrado, inexistente,
siento el peso del contexto indiferente rodeandome,
siento el aire y su fuerza ejerciendo su presion sobre mi,
siento la gravitación atarme al sulo con mis propias raices;
me siento como tú, como solo yo,
me siento otro: como un extraño que no soy,
un extraño para todos, un extraño que no conozco.
Me siento externo, hechado hacia algun costado,
sin palabras, sin movimiento, sin ser o estar...
me siento no sé si bien o mal,
no sé si sin ti o como siempre igual,
no sé siquiera si en verdad siento,
sí es que se siente el estar muerto,
sí es que estoy vivo o en un sueño,
sí es que vivo dormido,
sí es que no hay muerte durmiendo.
Aunque siento sé que he dejado de sentir desde hace tiempo,
pues de mi propio yo vivo en cautiverio y suspenso,
de mi,
de no saber existir, de no estar,
de abstenerme a surgir, a comprobar,
a no dejar nunca de escribir............