a la sed del desierto, al oleaje del mar.
Mujer de caderas y muslos firmes
frente erguida, sin miedo a la tempestad,
senderos perfumados, destilan su savia,
oscila la tierra en furia, al ver su caminar.
Un excelso pintor se ha enamorado,
de su sonrisa, de sus pasos ,de su talle,
amalgama perfecta entre botones de nácar,
que en anhelo dislocado quisiera arrancar.
Metáforas exhalan amor puro, por las veletas del viento,
un lienzo blanco descansa sobre un viejo atril,
artesano de colores, varón de antiguas pasiones
embriagado en aromas de canela y miel
vives atrapado pintando... azucenas para Raquel.
Autora: Clarissa Herrería Barbosa
Der.Reser. 2013-Prop.Intelec. -Argentina
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