Como buenas amigas,
tomando cafecito,
todas juntas y reunidas
degustando pastelitos,
en torno a mesa concurrida
se platican e intercambian
amigables sonrisas
mientras se comparten
los hechos de su vida.
Gentiles palabras
mutuamente se regalan;
se preguntan, se confiesan,
se escuchan y se expresan,
pasa el tiempo y satisfechas,
por el buen rato agradecidas,
se despiden efusivas
deseándose con besos
parabienes sin medida.