En todo hay mentira,
en todo hay engaño,
con sus cuellos muy planchados
al acoso se dedican,
hacer negocios ellos llaman;
la gente en apuros
son las víctimas a diario
de la usura de agiotistas
insensibles a la pobreza.
Alerta en todo momento
me cuido yo del daño
de comerciantes incisivos,
de rufianes desmedidos,
telefonistas agresivos
cuando hacen sus intentos
de enjaretarme sus servicios
alharaqueando sus bondades.
Los abusos ya no importan
mientras en ello haya ganancia;
que yo obtenga lo que ofrecen,
es su única instancia
para abultar cuentas bancarias
aunque luego ya no cumplan
lo previamente convenido,
como a veces se dan maña.