A veces me pregunto
qué voy a hacer conmigo
si hablando no consigo
avance en este asunto;
por mas que aborde el punto
con total entereza
no logra mi cabeza
hallar la solución,
con rara oposición
nuevamente tropieza.
No siento ya sorpresa
de la actual condición
pero la frustración
bastante ya en mi pesa;
el cuerpo lo confiesa
con intranquilidad
viviendo en terquedad
de un avanzar que es nulo,
no engaño ni reculo
de mi íntima verdad.
Será credulidad
será utópico sueño
motivo de este empeño
en pos de la igualdad;
mas es necesidad
que habita en mi cerebro
y por nada la quiebro
o inténtola olvidar,
aunque con su tardar
la esperanza celebro.
A veces me confundo
sintiéndome impotente
añorando un presente
de justicia en el mundo
y entonces desenfundo
mi fardo de razones
carentes de objeciones
y de optimismo plenas,
que corren por mis venas
cual río de ilusiones.
Ahí es cuando sonrío
luciendo esperanzada
con fuerza renovada
de mi instinto me fío…
A veces desvarío
febril en optimismo
hundida en aforismo
de equidad verdadera,
deseo que venera
mi innato idealismo.
Ay Dios si yo pudiera
borrar tanta injusticia
desterrar la codicia
anular la ceguera,
que el hombre no sufriera
en manos de su hermano
y todo ser humano
a amar se consagrara,
quizá el amor postrara
egoísmo y desgano.
A veces me quebranto
ante actos dolorosos
y en mis ojos llorosos
hay lágrimas de espanto;
incontenible el llanto
brota desesperado
enunciando exaltado
repudio y desazón,
mientras que el corazón
estalla devastado.
La crueldad de este mundo
me es obvio no comprendo
vivimos decayendo
en abismo infecundo…
No deja ni un segundo
de afirmarse en mí pecho
que asiste igual derecho
a edad, género o raza,
de aquel que esto rechaza
es de quien yo sospecho.
Si al fin en esta vida
todo nos es prestado
el daño propinado
la convierte en sufrida…
A veces afligida
todo esto me cuestiono
y apenada razono
en la existencia humana,
mi mente se devana
en lo que reflexiono.
Por eso tantas cosas
Yo misma me pregunto
mi entender en conjunto
muchas las ve borrosas;
con preguntas ansiosas
a veces me fatigo
mas es Dios mi testigo
que en tanta discrepancia,
sin hallar concordancia
no sé qué hacer conmigo.