nelida anderson parini

PREGUNTA RETÓRICA.

A veces me pregunto

qué voy a hacer conmigo

si hablando no consigo

avance en este asunto;

por mas que aborde el punto

con total entereza

no logra mi cabeza

hallar la solución,

con rara oposición

nuevamente tropieza.

 

No siento ya sorpresa

de la actual condición

pero la frustración

bastante ya en mi pesa;

el cuerpo lo confiesa

con intranquilidad

viviendo en terquedad

de un avanzar que es nulo,

no engaño ni reculo

de mi íntima verdad.

 

Será credulidad

será utópico sueño

motivo de este empeño

en pos de la igualdad;

mas es necesidad

que habita en mi cerebro

y por nada la quiebro

o inténtola olvidar,

aunque con su tardar

la esperanza celebro.

 

A veces me confundo

sintiéndome impotente

añorando un presente

de justicia en el mundo

y entonces desenfundo

mi fardo de razones

carentes de objeciones

y de optimismo plenas,

que corren por mis venas

cual río de ilusiones.

 

Ahí es cuando sonrío

luciendo esperanzada

con fuerza renovada

de mi instinto me fío…

A veces desvarío

febril en optimismo

hundida en aforismo

de equidad verdadera,

deseo que venera

mi innato idealismo.

 

Ay Dios si yo pudiera

borrar tanta injusticia

desterrar la codicia

anular la ceguera,

que el hombre no sufriera

en manos de su hermano

y  todo ser humano

a amar se consagrara,

quizá el amor postrara

egoísmo y desgano.

 

A veces me quebranto

ante actos dolorosos

 y en mis  ojos llorosos

hay lágrimas de espanto;

incontenible el llanto

brota desesperado

enunciando exaltado

repudio y desazón,

mientras que el corazón

estalla devastado.

 

La crueldad de este mundo

me es obvio no comprendo

vivimos decayendo

en abismo infecundo…

No deja ni un segundo

de afirmarse en mí pecho

que asiste igual derecho

a edad, género o raza,

de aquel que esto rechaza

es de quien yo sospecho.

 

Si al fin en esta vida

todo nos es prestado

el daño propinado

la convierte en sufrida…

A veces afligida

todo esto me cuestiono

y apenada razono

en la existencia humana,

mi mente se devana

en lo que reflexiono.

 

Por eso tantas cosas

Yo misma me pregunto

mi entender en conjunto

muchas las ve borrosas;

con preguntas ansiosas

a veces me fatigo

mas es Dios mi testigo

que en tanta discrepancia,

sin hallar concordancia

no sé qué hacer conmigo.