Voz sin rumbo que clama un eco perdido en la melodía del silencio de la multitud de añoranza, como un beso de escarcha sin su brillo, encontrando enigmas en huecos que pasan a través del alma, dejando temor de estar consigo mismo.
Nos hace perder la esencia en un destello de luz sumergido en la oscuridad de un mundo cuadrado donde giramos la mirada al sol sin sentir el calor de sus rayos.
Es la Señora SOLEDAD que nos enseña nuestro lado negativo, que nos impide gozar de los placeres intrínsecos, nos conduce a un lugar sin rumbo con brechas angostas mostrando quien nos traiciona.
Algunas veces nos da y nos quita ideas y sentimientos o simplemente se convierte en la condena a cadena perpetua de un prisionero.
Maigua