Ella se quedó sentada bajo el cielo
él se acostó sobre la hierva
a la espera de una flor
Ella escribió sobre una servilleta
unas letras que hablaban de dolor
él le dijo en secreto a una estrella
que añoraba de su aliento el calor
Ella le suplicaba en un beso que volviera
él rasgaba su frente secando su sudor
soñaba con sus ojos color de primavera
ella regó con sus lágrimas una flor
Hay malditos caminos que nos llevan
a buscar lo que no se nos perdió
a la caza de tesoros y fortunas
despreciando lo que la vida nos dio
Ella dormía bajo la luz de la luna
esperando el beso que le prometió
él se fue devorando caminos
sin olvidar su verdadera fortuna
Ella murió con un poema en su mano
que en la última carta él le envió
él rebalsó el rio grande con su llanto
cuando aquella noticia recibió
Hay malditos caminos que nos llevan
a buscar lo que no se nos perdió
a cambiar el alma por fortunas
lamentando lo que a cambio se entregó