Y hoy tu recuerdo vuelve una y otra vez,
ahogándome en suspiros y añoranza, una y otra vez.
Extraño nuestros momentos, la cercanía,
la facilidad de que todo pase, tu mano junto a la mía…
Hace tanto que te he dejado de escribir,
dejando mis versos fluir en mi mente…
Dejándolos que se escapen, ahuyentándolos de repente.
Te extraño tanto, que el aire me falta cuando intento respirar…
Intento, intento, pero ahí estás…
De noche, de día, todo el tiempo en la mente mía.
Me pregunto
¿Cómo estarás? ¿Qué piensas de mí ahora?
¿Me extrañarás?
Para mí eras ideal, no necesitaba más…
Que me dijeras que daño no me harías.
Necesitaba seguridad, esa base firme
para dejarme llevar…
Darte todo de mí, sin siquiera titubear.
Junto a tu lado todo era real, sincero,
fácil frente a los demás.
Me sentía dueña de mí, no una extraña de mi cuerpo…
Me hiciste confiar, mis barreras derribar y dejarme llevar,
algo con lo que no podía ni soñar.