A CARA DESCUBIERTA
No pienses que me engañas.
No fui hecha de escarcha,
Me sometí a la fragua
Candente de la vida.
Me moldearon dolores
De vesubiana lava
Y me adapté a la historia
Veraz de cada día.
No sueño del antiguo
Celaje de una reja
La trova enamorada,
La dulce serenata,
Aroma de jazmines
Perfumando las siestas
Y el alma de Romeo´
Rondando mi ventana.
Yo soy una hornacina
Que guarda vivo el fuego
Que corre sangre abajo
calcinando los huesos.
Entrego a manos llenas
Todo cuanto poseo
Y en las cumbres del alma
Me vuelco en sentimientos.
A veces me equivoco.
Es propio de mi genio
Imaginar amores
Donde nunca estuvieron..
Confundir a los sapos
Con príncipes valientes
Y suponer valioso
Lo de más bajo precio.
Y cuando todo pasa
Y vuelvo a enamorarme
Ya no pueden dos alas
Contener a mi vuelo.
Parece que dos besos
Me cruzaran el alma
Y parece que el alma
No cupiera en el beso.
Por eso día a día
Vas llegando y te observo
Caminar con recelo
Al borde de mi vida
Y me provocas risa
Sin poder evitarlo…
Ni enfrías ni calientas,
Eres causa perdida.
Y voy a resarcirme
Pues ya encontré dos brazos
Que saben valorarme
Y darme cumplimiento.
Y no me han reclamado
Patente de beata
Ni con agua bendita
Me han prometido el Cielo.
Y ese hombre que me busca
Como el campo a la lluvia
Sabe romper los diques
De mis miedos con besos
Y me ahoga en el dulce
Huracán de su sangre
Y me llama ternura
Y le digo ¡te quiero!
Y en su abrazo yo encuentro
Dulzura y fortaleza
Y alegría y dolores
Todos a un mismo tiempo.
En la región de oasis
De su cuerpo y mi cuerpo
Donde me muero dulce
Voy rezando su credo.
No sé si tienes dudas…
Si te ha quedado claro
Lo que quise decirte
De manera tan cierta:
A mí me gusta el hombre
Sin escondites previos
Que camine a mi lado
A cara descubierta.
Cristina Cammarano.