santiago calderon

Viaje..

Luego de la misma jornada, en delirio,

Me envuelven las cosas

Que alimentan y tiñen el alma,

Que le forman y deforman

Que le dan guerra y alivio.

 

Tú ya lo sabes, muchas veces

Me lo has leído;

La soledad, el desamor, el silencio,

La noche que cae.

Estas cosas en que tanto muero y escribo.

 

El olvido que fornica las horas,

Las angustias que vienen y van

Sin encontrar sitio

Y el desvelo, maldito y acabado desvelo

De no encontrarse ni uno mismo.

En instantes como estos

Es cuando mas te amo

Y cuando más te agonizo.

 

(Parece que sobre mi cabeza se cayera el techo

Y hacen sortilegios las moscas que vuelan sin encontrar destino)

 

Alucino cosas sin sentido

Como cielos purpuras amaneciendo de repente

Y tú amaneciendo conmigo.

Pero vuelvo a la realidad

Y frente al espejo, de mi,

Me lloro y m rio.

 

Quisiera deshacerme de esto que me consume;

De esta nostalgia tan tuya,

De este sentimentalismo tan mío.

Volar lejos, apartado,

A un lugar de veras oscuro,

De veras solitario y escondido,

Y solamente ahí caer sobre mis rodillas,

Gritar bien alto tu nombre

Y ponerme a llorar como un niño.

Desahogar por fin este dolor acumulado,

Este sollozar envejecido.

 

Entonces volver a mi casa purgado de ti,

Callado, limpio

Y que me reciban en mi puerta

Las cosas que tú sabes,

Que me has leído tantas veces;

La soledad, el desamor, el silencio,

La noche que cae.

Estas cosas en que tanto muero y escribo.