Mi amiga imaginaria
me abraza cuando temo,
me quiere y yo también.
Mi amiga imaginaria
se sienta a mi lado y no me juzga,
y se queda a mi lado
sin importar lo que pase,
sabe que yo haría lo mismo.
Mi amiga imaginaria
no cuestiona mis sentimientos,
tan solo me sostiene si quiero llorar,
y nos entendemos las miradas,
para ella yo nunca sería un estorbo
porque sabe que ella para mí tampoco.
Mi amiga imaginaria
no me deja sola,
sabe cuánto duele.
Mi amiga imaginaria,
un día se hizo real...
y se fue.