El pensamiento entero se desgasta
llenando de zozobra los sentidos,
cuando rumores plagan los oídos
con palabra que de absurda es nefasta.
Tan sencillo es herir que sólo basta
destilar la amargura entre rugidos,
dejando sentimientos mal heridos
al proferir la ofensa que devasta.
Si el enojo enmudece la consciencia
espetando palabras con rigor,
exhibiendo carencia de prudencia
embarga corazones con vigor,
negadas están a hacer diferencia
la lenguas que enmudecen al amor.