Desde mi tierra
Darío Ernesto Muñoz Sosa
Desde la llanura, una lágrima clama en la rutina
Desde la grieta que pugna y alumbra
Allí nace el grito y gemido
Las voces al unísono
De un mundo moribundo, condenado al castigo
Vejez y muerte.
¡Oh compañera y ayudante, mujer ¡
¿Por qué?
Desobediente, traicionando la palabra
Embaucada por la mentira primera.
En la búsqueda incesante, compañera
Sumergiste tus sueños, en sangre derramada
Dolores de parto, tu vientre débil,
Dando a luz seres imperfectos y bellos.
A callado el alma, enlutando el futuro
Suspiros solo quedan, inmutables
Como lapidas sepulcrales,
Epitafios tiernos de almas que partieron
ellas dando testimonio.
Mentiras, solo farsas y desquicios.
Ha reinado el enemigo, en este abismo
Mientras, el profundo sueño exista,
Las guerras, el hambre, la prematura enfermedad
De los inocentes niños
Creando dolor en el pecho, del artista sempiterno,
Amo de la energía dinámica, origen
De todo lo que existe.
He aquí un escribiente dando verdades y batalla.
ARGENTINA OCTUBRE 9
AÑO 2013.