Eres verano de tonos bronceados
y colores anaranjados
la madurez de tu rostro nace con el sol
más allá de los campos está
el reflejo de aguas cristalinas
bajando de manera natural con tu ropaje
cual cascada de seda entre la altitud
de las montañas.
Altos son tus robles de brazos verdes y frondosos
que cobijan la aventura exploradora de viajeros y cazadores
la noche profunda se viste de luceros
mientras el canto bohemio se pierde en el desvelo.
Allá el amanecer resplandece al despertar el sol
donde las olas sirven de anfitrionas de su madre mar
meciéndose hasta la orilla suavemente
derritiendo el castillo de azúcar morena
testigo es el canto del eco que brota de las rocas.
Eres verano de todas las épocas
prendiendo los valles de yerbas silvestres
avivas los campos, baja la lluvia, en lo alto el colorido
quedas fiel a tu tierra fértil con el fruto en la mesa.
!Oh! verano en tus venas llevarás perfume
y el viento dejará tu rastro en la frescura de la noche
los ojos complacidos dormirán en tus iris
para que la belleza de tu esencia florezca por siempre.
Autor: Rosa Maria Reeder
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