Una tarde te miré e ibas vestida de verde
Un verde que reflejó, la esperanza de mis sueños
Porque acababa de ver lo más bonito y precioso
Que habrían podido mirar mis ojos ya fatigados
Me enseñaste tu sonrisa tan dulce como la miel
Me engolosinó tu cuerpo, una escultura de diosa
Reflejaste la ternura que siempre quise tener
Y devolviste a mi vida esos deseos de vivir
Si volaba el pensamiento era porque presentía
Que pronto tendría a mi lado la mujer que yo quería
Que llenaría los vacíos que habían quedado en mi vida
Y alegraría los sentidos de toda la vida mía