Caminan como sombras sin materia,
como figuras de papel en tinieblas,
como roca entre neblina,
estáticas, tarantelas.
Caminan dibujando huellas de colores,
sabaletas, cumbias, chinchorros,
arcoíris de filigrana,
con miradas de sombrío
y voces de soledad.
caminan con la frente en alto,
bien alto,
alto, muy alto;
pero con los ojos hacia abajo,
¡iza, iza!, grita a los perros,
mientras llueve en la mañana,
mientras va hacia el desfiladero,
mientras lleva a cuestas la pesada carga.
Caminan como apesadumbrados
en tan clara madrugada,
madrugada triste y arrebolada
y el sol calentando
solo huye sin pesar.
Cumbia, que llega,
fuego que quema,
¡ataca, ataca!
Vierte el cauce en sus entrañas
caminen, dancen entre el fuego y la cumbia.
¡A desalambrar!