El árbol de la estupidez
El árbol del palacio que creyó hasta que era Rey
En medio de la aguas de una vertiente
Y sus coronas imaginarias.
La roja llama de una ¡Rosa!
Levanta su cabeza de aire transparente.
El árbol que creyó que podía cambiar las estaciones, y;
Vivir sólo entre la Primavera y el Verano, y;
Estar entre ramas verdes y rodeado, de;
Flores hermosas de múltiples colores, y;
De amores infinitos y leales
Pero la noche abre sus ojos de fulgor
Y les hace ver
Que sus letras son escritas con agua de lluvia
Que lo hace respirar y saber otra verdad.
De la calma de sus sentimientos
Nacen llamas que queman el alma y hacen sufrir, y;
No hay dos estaciones en un año
Ni amores perfectos, ni felicidad completa
El palacio imaginario, no existe,
Ni las coronas de reyes con brillantes.
Y se da cuenta que son cuatro las estaciones
Que la primavera hace renacer la vida
El verano la madura con el ¡Sol!
El otoño reseca los pastos y envejece las hojas, y;
El invierno con la complicidad de la lluvia
Arrastra los sueños hacia las corrientosas
Aguas de los ríos…para perderse en el infinito
Del ¡Mar!
El árbol de la estupidez
Se da cuenta que su sueño de ser REY, nunca existió
Ni la corona con diamantes
Sólo se fijó en su imaginación, y;
Hoy sabe que para vivir y llevar su vida de la mejor manera
Debe dejarse llevar por el tiempo
Y ser feliz con la naturaleza y el ¡Amor!
Por la vida...
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz