1- UNA MANO DE MUJER
Andaba ya mi dolor clavado
en la espina de mi pena,
como el alma lacerada de un esclavo
flagelado de azotes.
Congestionada la sangre en mi vena
como un forajido tras rígidos barrotes,
cuando se dió mi sed a beber
bajo el pino que llovía trementina.
Mi calzado plegó su cordel
al pactar libertad mi paso con la vida.
Tras la hierba espesa de maleza
se escondía la solución de mi hambruna,
un cultivo de abonadas brezas
que mis dientes
no mordían del tiempo de la cuna.
Pedí a la tierra que grabara mi huella,
porque ahí, tierra mía,
ahí donde duele la ausencia,
se hiere con púas el alma.
Reclamé un alma bella
a una saeta de flechas
clavando el corazón,
que por las noches de olvido se desangra.
En la vasta distancia que te extraño
dejé un jazmín en sus manos
y en el marco de sus labios un beso sentado.
Se dieron mis ojos su capricho a dormir
bajo el amplio paraguas de luna nueva.
Mi pecho instaló la esperanza de vivir,
y que el alba trajera una mano de mujer
en el centímetro indivisible de la legua,
disipando la bruma instalada del ayer.
Todos los derechos registrados en safe creative
---------------------------------------------------------------
2- VICTORIA DE LA ROSA BLANCA
Dejo una rosa blanca
y un tulipán negro
al cuidado del invernadero.
Una nave de jazmines se ancla
pérfida en la justa balanza
del herbario.
Veré si los estimula por su hermosura
o los quiera partidos, de hojas heridas.
Soy el afligido amo del invernáculo,
me turba la decisión
de desvestir la rosa blanca,
camuflando el ropaje del negro tulipán
o abandonar el jazmín con su libre esqueleto
en la idolatría de mi armonidad.
Me cuestiono las preguntas de las flores,
sus profundos aromas a naciones
o de donde proviene el color de su bandera.
De maceto a maceto
me persigo solo e inquieto,
buscando una población de yuyos,
algún pétalo de piel seca aplastado en el piso,
castigados con crudo puño,
ensangrentando por el celo
del tulipán y el jazmín a la rosa blanca.
A la patria próspera
de la violeta encinta,
que entre mi rosa blanca invicta,
el tulipán en su frac de luto
y el jazmín al camino oculto
de greda infértil con hambre de víctima.
Ruego al invernadero
que en su techo de cielo
impulse la victoria de la rosa blanca.
Fosfore sus vestiduras,
suavice sus espinas para
poner un ramo inmaculado
sobre las palmas de mi amada.
Todos los derechos reservados en safe creative
----------------------------------------------------
3 - UN HOMBRE FENECE EN SU CUERPO - SURREALISMO
Un hombre feneciendo en su cuerpo
vive una burbuja de sueño.
Esquelético trasto obsoleto
se muere al espejo su miembro/
Pérfida impresión de imagen,
memoriza su cuerpo
con lente obeso.
Crispados vidrios al espejo,
su piel siente
glándulas por dentro
en exceso/
Reviven túmulos de manos
que lo ciernen.
Barracudas en la sombra
amarradas al puerto
de los castos.
Tristeza de aguas sin colores
en colgajos de melancolía,
Crecen en su altura mustias flores
que se unifican,
sus dos alas se amigan/
Hombre tieso, ya camina
rosas sin dolores.
Vertientes sin orbita
perdidas en la tierra/
Vampiros labios de sangre
imagina una mujer
sobre el glande.
Siente su sexo en el inconsciente
copulando en el colchón del
almendro, iluso tiempo del ayer.
El hombre dirige el cohete
en la amnistía del cuerpo y la mente,
la cremallera desbocada, es fehaciente.
Va la tempestad a la prenda
que pierde su alisada forma,
la tela se rebela
en un cerro amotinada/
Esqueleto de congoja
en el horror se entusiasma,
vacío de nubes,
sospecha de identidad
púber
en la piel delatora que se afloja.
Halló la calavera
del amor en su viudez,
núbil mástil su carabela/
Un hueco sin flor
en la tétrica palidez
yace muerta una corola.
El tiempo desamó
su equipaje
con algebraica precisión,
se secó al sol
el pútrido andamiaje
ocioso, que no ejercitó la pasión/
Todos los derechos registrados en safe creative & Published Word Press