Raul Gonzaga

Alborada

Con sus senos sonrosados,

Con sus brillantes mejillas,
Su ropa albina de tul,

Muy ligera y extendida;


Se levanta en lontananza,

Despeinada cabellera,
Con sus cabellos pintados

De oro en ónix lisonjera


A mirarnos muy coqueta

Para despertar la vida,

Ésa, la dulce alborada,

La mensajera y amiga;

 

Con ejército de luces

Y con capa de colores,

Nos estimula a confiar

En honestos corazones;

 

Porque la luz es conciencia,

Es despertar del amor;

Digna y albina pureza

Que nace en el corazón…