HERMINSON YULE RIASCOS

AGARRATE DURO

Agarrate duro, te dije un día muy duro

a ver hasta donde aguantas.

Y mira que sí aguantaste, pero terminaste

por caer, -como la fruta que de tan madura

muerde el polvo- ya te diste cuenta

que en otra orilla mi bajel está,

que tristes tus arenas  se tornaron

y que amargo ha de ser mi recuerdo.

Te pulí tanto que el brillo me omnubiló

y a ti tambien, más, yo aprendí que el  brillo

no lo es todo y tu creiste que nunca te opacarías.

Hoy aunque te eche más trapo, jamás habrás

de ser quien te creé por que no serás lo

 suficientemente inteligente para darte

cuenta que la luz no está en ti, sino en quien

la enciende, y que no es más el pedestal

que lo que decora su corona.

El tiempo se encargo de despeinarte,

de gritarte a la cara su verdad,

y aunque a mi tampoco me fué propicio,

al menos hay quien me acompañe

por este porvenir senil y placentero

donde antes en sueños te sembré,

y que solita te arrancaste para ser

lo que eres.

Ahora quiero decirte mujer:

agarrate duro -otra vez- porque

hasta el aire te será pesado,

a ver hasta donde aguantas.