albertomorales

La mitad de mi alma

Kilates de oro me obsequió el señor,

amor tan puro no creo merecer;

revestiste de contento a mi alma

entrando a mi vida con tu alegría,

naciste mi niña, para hacerme feliz.

 

Amé tomarte en mis brazos

la primera noche que llegaste al mundo,

osé marcar a besos tu pequeño rostro, más

no turbé por nada tu sueño profundo.


Dí con gusto las primeras noches sin sueño,

regosijado por tenerte aquí,

abrazándote y durmiéndote en mi pecho.

 

Mujercita de ojos infinitos,

oh mirada pura que penetra mi alma,

reíste conmigo mientras me observabas,

antes de que vieras los rayos del sol.


La pequeña cuna que alberga tus sueños,

es por mi bendita cuando el sol se marcha,

sábelo desde hoy mi vida, que eres la mitad de mi alma.

 

Cuando pasen los años

hija de mi corazón,

antes de que llegue el final de mi historia,

verás que te diseñé un mundo maravilloso,

en donde creciste llena de cariño, y

zumbarán en ti, por siempre mis consejos.

 

Alberto Morales Ureña

Derechos de Autor