El ayer se desvanece de un mundo maravilloso,
donde tu sonrisa resplandece en el azul del cielo
y tus ojos opacan la armonia de los campos,
y tu tus labios me pronuncian un te quiero.
El ayer se devance cerca de mi boca,
a lado de mi oido, con tus susurros suaves de un boceto,
con tus nostalgias grandes, las de un universo,
que lleno de tu alma me pronuncia otra vez, te quiero.
El ayer se desvanece lejos de mis sueños,
de aquellas noches largas sobre la cumbre de los cerros,
se desvance, desaparece , el ayer se va de entre mis versos,
sobre las colinas blancas de mi cerebro,
se queda en los recodos del tiempo.
El olvido.