No desperdicies ni un día
lamentando las cosas que no pudiste lograr,
piensa solo en las que quieres,
fija el rumbo y ve por éllas.
Quien deja de luchar por sus sueños
y convicciones,
habrá muerto aunque siga vivo.
Las oportunidades a veces se presentan,
pero por lo general,
hay que construirlas,
lo importante siempre es no desperdiciarlas.