Tus ojos son como dos soles que quisiera contemplar cada amanecer, sentir tu piel, aquí muy cerca de mí.
Tu boca como un manantial de agua viva de la que podría beber noche y día, tú mi realidad y mi fantasía, el amor más grande de mí vida.
Tus manos llenas de caricias nuevas despiertan en mí el deseo de estrenar en tus labios besos nuevos, y que sea nuestro amor más grande que el cielo.
Tus pies seductores me rosan mientras fluye en ti ese aroma de mujer que atrae a mi ser y así sin más loco me puedes volver, eres ese amor que siempre se tiene presente.