Que hace un español,
casado con una chilena.
Siendo esa mujer una fiera
y él un romántico tenor,
Tambien se hizo cantor
de rosas y madreselvas,
que lanzaba con estertor
para dominar a la fiera
Pues era esa su manera
para calmar su furor.
Ella lo reprendía....
y él le decía hija mía
no desesperes ni aflijas,
que ya tengo una fija
para la carrera del día,
si el caballo corría
y ganara con esfuerzo
el dinero contaría
como flores de mastuerzo,
que en la calle crecían
haciendo un prado florido
donde las perdices hacían
con cariño sus tímidos nidos
¡NO! tengo que oir historias,
que aburrida de eso estoy
tú y tu memoria
no saben lo que yo soy.
Mujer de Arauco indomable
que españoles no recuerdo.
¡Vete carajo! a buscar dinero,
entre cantos y gorjeos,
que las ollas ya no saben
solo dormir con morfeo.
Y...tu como caminante,
te crees como cantante
de exquisito pentagrama,
si nunca sales de la cama
siendo ese tu escenario
y te supones canario
porque cantando te levantas.
Y tus manos son tan lisas
que el trabajo, para ti no es prisa
y yo que estoy cansada
de restregar esa ropa
todo el día como sopa
lavando ropa ajena
si tú me das pena
mientras a las seis me levanto.
¡¡Hombre no te canses tanto!!.