EL LLANTO…
Hueco como el recinto donde aguarda la bala
respondiendo las mismas palabras
y muriendo absurdamente por las terrazas.
En la ruta a solas
las líneas y mi soledad.
Han llorando las niñas, asqueadas.
Me recetaron que sueñe.
Y los animales sobre la tierra duermen.
Las piedras mueren por una ventisca.
El agua y el hombre
el día la noche,
el hambre de carbohidratos
el césped y la poesía.
Otro sitio de muerte buscándome.
La vida no es para los cómodos.
Llorar no es fácil.
Al oeste de mi zona de exclusión
he vuelto a ver las tijeretas.
Mientras el mar engendra olas para mi cielo
diariamente mi aorta aprieta
como mis zapatillas de entrenamiento.
Hoy no tuve ganas de ser pescado y
decidir quemarme en la tierra.
La yugular un arrecife.
Mis ojos dentro del corazón.
Envejecen las letras que rotan
cuando el atardecer sucumbe.
Nada ha pasado nada…
Solo otra niña ha muerto…
Una madre rompe en llanto.