Señor, debes saber que hay un ladrón
en la mesa, me pide honestidad,
y agarrando el mejor plato el bribón,
me propone comer con humildad.
-No me seas tacaño y dame vino-
me reprocha el cretino charlatán,
así mientras se llena el intestino
con sigilo me quita todo el pan.
Le pregunto, -señor ¿usted trabaja?-
me contesta -¡ currar yo ! que sofoco-
-cómo bebo y descanso en buena paja,
¡yo gobierno!, Hablo mucho y doy bien poco-.
-Pues caramba menudo porvenir-
le digo a ese mago con chistera,
-no te quejes lo mío si es sufrir-
-necesito comprar otra cartera-.
Qué cruz Dios mío un gandul en mi mesa,
mientras come promete dar trabajo,
marchará con estilo a la francesa
y tú y yo comeremos sopa de ajo.
Padre, nunca te fíes de ese diablo
porque miente al decir que por mi lucha,
es de un ruin filisteo de quien hablo
del político que habla más que escucha.
Ramón Bonachí (Serventesios con satira)