Quiero iniciar ese encuentro,
donde el desafìo se vuelve hoguera
y mis espadas, impertinentes o desbocadas
salen sutiles hacia el centro de tu puerto,
Quiero desvanecer tu cansancio,
ser tu guerrera abnegada, asì te pierdes,
en esa contienda de apasionados golpes,
de estocadas sagaces y rimas libres .
No me digas mañana, quiero tu noche embriagada,
para estallar las estrellas y beber tus fronteras,
vamos amor, dame tu amor de madrugada!
No me digas que cuelas tu dìa durmiendo,
Dale, vamos, vamos a irrumpir el silencio,
hoy, ahora, asì y sin pensar en mañana.