A: Mariarl en Poemas del Alma”
(Managua, 12 de octubre 2013)
No llore mi bella dama.
Si por azares del destino,
unos brazos la sueltan
y la dejan sin abrigo,
aquí están los míos,
para calentar sus noches,
para mitigar su frío.
No llore mi bella dama.
Si al andar por la vereda,
solo piedras y escollos
encontró en el camino,
aquí están mis manos para ayudarla
y mis pies para acompañarla.
No llore mi bella dama.
Si buscando amor
sólo encontró el olvido,
Yo estoy en la misma situación.
Recuerde que el dolor
se hace menos si es compartido
Y que sabemos, si de a poco,
dentro de poco,
podremos ser…el uno para el otro.