Rafa Dedi

Tu sonrisa

Yo buscaba el camino acertado

pero no lo encontraba.

Muchas veces andaba indeciso

sin saber por dónde

ni a qué lugar iba.

No paré, aunque estaba cansado.

Aunque muchos decían: “¡Qué necio!

Si no sabe el destino, ¿para qué camina?”

Aunque muerto de sed y de hambre,

seguí caminando.

Aunque nada indicaba el final del camino,

seguí caminando.

Enfrentado a mis pies doloridos,

que mostraban sus muchas heridas

requiriéndome a voces descanso.

Porque siempre en mi mente veía

una luz al final del camino

de borrascas y de oscuridades.

Porque siempre pensé que aquel día

que te quedas parado y sin nadie

concluye la vida.

A pesar de lo duro que era,

no perdí la esperanza:

seguí caminando.

A pesar de los miedos y dudas,

no perdí la esperanza:

seguí caminando.

Y de pronto, al final del camino,

surgió tu sonrisa.