Le dan luz a tus aposentos,
los tímidos rayos del sol,
que se asoman semilentos,
rompiendo del día su arrebol.
Huye la noche avergonzada,
a buscar refugio en lontananza,
imaginando que fué pillada,
dando a enamorados, esperanza.
Cuando es manifiesta la claridad
y tu sábana se torna innecesaria,
aparece de la mujer...¡la vanidad!
El sol, se esconde con timidez,
dejando para ti la realidad,
para que muestres mujer....¡tu altivez!.-
Por: Alejandro O. de León Soto´
Tijuana, BCN, MEXICO, Oct.12/13