Llevaba la noche cargada en sus hombros
olía soledad, angustia, melancolía…
sintió mucha bronca de saberla perdida.
Intentó detener la llegada del día.
Pensó que era tiempo de volver a verla,
apareciendo entre los árboles…
encendiendo mil estrellas,
provocando alegrías, nostalgias, tristezas
cambiando la vida de luz, en tinieblas
soportando silencios, abrazos y penas…
Nada podía hacer con ella
debía esperar para volver a verla
y mientras tanto… soportar su ausencia,
hasta que otra noche profunda lo envuelva
con el mismo olor a soledad, angustias y penas.