Ayer en la Plaza del Pueblo
No me tropecé contigo
Porque al mirarte a lo lejos
Me inundó un sudor frio
Atormentandome el recuerdo
Que siempre llevo conmigo
Optando por la conseja
De rectificar el camino
Y continué sin seguirte
Buscando, lo no perdido
Que solo se puede hallar
En el recóndito olvido
Seguí mi rumbo de frente
Con un deseo reprimido
Y Observando entre la gente
La razón del desvarío
O en el Fondo de la mente
El Eco de un llanto impío
Que en un Rincón del alma
Ha encontrado su cobijo
Reflejándolo en tristeza
Y Anhelando un dulce olvido
Hoy no sé si alegrarme
De haber evitado el camino
Que aunque evada el pensamiento
Siempre lo llevo conmigo
Aun en las noches de insomnio
O en las tristezas del domingo
No obstante le canto a la vida
O mejor dicho, le escribo
Que es un alivio a mi alma
El no tropezar contigo
Aunque, me atormente el calor
O me paralice el frio.