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ADOLESCENCIA OTOÑAL

Se me escurrió la vida,

por debajo de la mesa, 

llegó el otoño sin que me diera cuenta

sin enterarme, se me pasó la hora de cenar,

y la hora de morir y aquí me tiene Ud.,

con las fruta verdes, y las flores marchitas,

con más ganas de vivir, que cuando era jovencita,

Con deseos de explorar el  mundo entero

columpiarme sin freno, en las estrellas 

soñar con los príncipes

ya muertos de los cuentos, 

conquistar los imposibles, con una sonrisa,

burlame de todos los contratiempos

dibujar corazones en el viento, y soñar sin ataduras 

lanzarme sin temor al precipicio

del amor y la amistad, sin ningun prejuicio

decir lo que siento sin verguenza,

y ser libre de seguir viviendo.