... eres como el universo, intensa-radiante, oceánica, extensa-
[inimaginable] –pero… real-
… te apagas y vuelves a nacer, sonríes y te vuelves a dormir,
eres eterna... –sigues y siempre seguirás
tosiendo colores a cada partícula que se ha deprimido-
Dentro de la oscuridad eres infinita, salen de tus poros puntiagudos idiomas transparentes, engendras la vida en rocas que navegan al Nirvana, y traspasas dimensiones llegando a mi refugio de cuatro paredes
allí me escribes el silencio flor de mis consonantes íntimas
te siento invisible como fantasma -alquimia de las sombras- te siento alejarte tan dentro de mi refugio de carne, que te haces compañera de mis lágrimas, ahogándote en mis lamentos, escuchando mis muertes –perforando mi alma-
celebrando las cenizas…, al luto de escribirte un te quiero...
Un te quiero amarrado al alba, anochecido en mis ojos desnutridos al vacío, donde se deshace la primitiva forma de expresar-te la metáfora de tu nombre, allí donde quietos contemplamos la ideología del universo. [Aquel universo que existe destruyéndose, como sí la destrucción fuera el fénix del existir].
Eres escarlata -de noche, de plata-
fundes al ocaso como pequeño adverbio
ni el crepúsculo es mejor adjetivo
para tu sustantiva alma;
ni el verbo de ser la extremidad de Dios
se compara con la eternidad de alejarte...,
tan lejos estás, tan lejos, lejos, que estás
cerca, tan cerca, aquí, como
ilusión óptica, onírica
felonía de la realidad,
asfixiándose está tu nombre
entre el vacío de todo este letargo,
letras puntiagudas
suicidándose en palabras
mañana en muerte
-mañana en verso
y nacen como un poema,
un poema en prosa, en carne
mañana en cuerpo/
Nacen para decirte \"te quiero\" y luego desaparecen,
Se van, se pierden, como “los astros del universo”
que duermen,
sueñan,
y no despiertan
siguen durmiendo
dejando resonar arte
sobre sentimientos
que aún siguen
procreando esperanza
en ese vacío oscuro
suma de todos
nuestros impulsos...,
te sabes a quimera, “sentimiento de estatua”
-impulso tenso, rígido, contenido nervioso-
te sabes estática, sentimiento de las masas
-extremismo cautivo, ahogado, prisionero-
te sabes espesa, dilatando el movimiento sólido
-el verbo del pecho, en cenizas, luto húmedo-
en mi………… , haces a la lluvia corrosiva
como preludio “de mis guerras internas” ...,
eres luto y vives, respiras, creces, naces, y no mueres,
aún así eres luto, duelo, pena para mi aflicción aditiva
las
cenizas
caen de
tus ojos,
polvo sobre mis sienes,
(no son vestigios
de mariposas que
fermentan hadas)
-Haikú-
[el océano del impulso arbitrario
condena mi conexión con la verdad]
… en la oscuridad te preservo
para saberte muerta -sabiendo que
concibes tu nacimiento-
la lógica se contradice,
la ciencia filosófica sabe que vivirás
pero mi estridente silencio
sabe que eres nítida
al alba enferma
de las hojas
que sufren
sus síntomas
íntimos,
por querer cambiar lo establecido
-el destino es uno sólo-
invadido de soledad-
uno a uno con un solo ser-
eres traslucida al sonido del silencio
¿Escuchas que vives allá donde te des-hojas,
y en mi burbuja inevitablemente mueres?